Espero que hayáis pasado estas fechas bien acompañados con toda la gente a la que queréis, hayáis comido cosas ricas y que pudierais disfrutar de todos esos sentimientos de nostalgia tan espabiladores que nos poseen siempre en estas fechas.
Aunque yo he estado muy callada por aquí, he vivido la Navidad como hacía años: empecé a escuchar villancicos a principios de diciembre. Supongo que por miedo a que al independizarme y vivir lejos de casa la Navidad pasara desapercibida o fuera solitaria, llené mi casa de decoraciones, compré un árbol de Navidad tan pequeño que mi amiga Teresa categorizó como bonsai (la intención es lo que cuenta), encendí velas de jengibre, cociné para todos mis amigos, escribí unos crismas cargados de buenos deseos que nunca envié por falta de tiempo. He disfrutado de mis abuelas, he llamado a toda mi gente para felicitarla este año, comí sin gluten platos caseros, he dormido alguna que otra siesta y empiezo a pensar en todo lo que llenará mi lista de propósitos de 2017. Como cada año, vuelvo al mismo café en busca de wifi, porque las Navidades siempre las paso en otro siglo, para felicitaros las fiestas (tarde) y desearos la mejor de las entradas del año (pronto). 🙂
Uno de mis momentos favoritos de la vuelta al cole y año nuevo es la selección de agenda. De hecho, varios años he acabado con dos agendas porque me he ido encaprichando de diferentes modelos… No se si alguien por ahí se siente identificado. Soy la loca de las agenda, adoro apuntar cosas que hacer y hacer listas de viajes, regalos, cosas que quiero, nombres para un perro que no tengo… Cualquier cosa. Llevo desde el colegio guardando mis agendas de cada año con el objetivo de algún día, desempolvarlas junto a mis hijos, que escojamos un año al azar y veamos que estaba haciendo justo ese mismo día hace quién sabe cuánto tiempo. Las agendas son un recordatorio analógico de lo que somos y lo que fuimos. Así que por este y para haceros la vida más fácil si estáis en pleno proceso de selección, os propongo las que son en mi opinión, las agendas más bonitas y más completas para inaugurar un 2017 lleno de citas, ideas, apuntes, viajes y fechas para el recuerdo.
Por fin llegó la noche y el día que todos llevamos tanto tiempo esperando. Después de millones de cenas de empresas y reencuentros con amigos, llegó el día de recogerse en el hogar, juntarse con la familia y disfrutar de uno de los mayores placeres de la vida: el de querer y ser querido. Suena a cliché pero ¿en qué otro momento sucede si no en este?
A petición popular y para continuar con la tradición de los dos últimos dos años, aquí va la lista de regalos de June Lemon para quedar fino filipino estas Navidades. Como dudo de mi posibilidad de hacer una lista para chicos y chicas por falta de tiempo (¡socorro!), aquí va mi selección ambisexy de regalos diferentes para novios, novias, amigos, amigas, primos, hermanas, madres, padres y cualquier persona en general…
El puente de diciembre siempre marca para mi el principio de la Navidad. Es el fin de semana en el que pongo el árbol, el belén, los adornos y escucho mi listas de oldies navideños en Spotify mientras escribo felicitaciones para todas las amigas que tengo fuera. Me encanta ir recibiendo las mías y ponerlas todas a la vista cerca del árbol. Es una tradición que no debería perderse nunca.
2014 ha sido la leche. Podría decir que este ha sido el año de la remontada. Si alguna vez hice limpieza de ropa, este año ha servido para hacer limpieza interior, mirar hacia dentro, crecer hacia fuera. El año en el que dejé de echar sal a mis heridas. El año que mejor me lo he pasado de todos. He viajado por medio mundo, he salido hasta el día, me he partido de risa con mis amigas de las que no me he separado, he descubierto pasiones como el placer de estar sola y no necesitar de nada ni de nadie. Sentirse plena y a gusto con la vida. He trabajado a tope, he empezado un máster, he dejado ir y he encontrado un tesoro insospechados que han sido de lejos, lo mejor. He escrito como nunca. De estos años en los que haces repaso y piensas “así que esto es un buen año”, de estos que te sientes orgullosa. Olé 2014. Gracias por compartirlo aquí conmigo.
He imaginado mi casa, la he descrito como si la estuviera viendo y espero materializarla algún día.
Empecé el año viajando a París, en una ruta invernal que me llevó a recorrer media Europa.
Mis compañeros de trabajo flipaban. 🙂
Pensé y repensé en el amor generoso; ese que es libre, no exige, no quiere cambiar al otro.
A veces fue duro. Escribí desde lo más profundo de mis entrañas y lo dejé todo fluir y pasar.
Pensé en la vejez y en el paso del tiempo.
Descubrí que se puede vivir en frente de Notre Dame sin pagar y con trabajo.
Volví a Australia y terminé de recorrer el subcontinente.
Sobrevolé la barrera de coral. Nadé en ella. Vi canguros. Comí una de las mejores carnes de mi vida y estuve en el hotel más increíble jamás contado. A sólo un océano de La Antártida.
Estoy tremendamente agradecida y os deseo que este sea un gran año para todos también. Dejar ir, mirar hacia dentro, conocerse, aceptarse, viajar, salir, disfrutar y sobre todo, dejarse llevar, han sido las claves de este año. The eye of the tigerestá aquí y en vosotros y en todas partes. A tomar por saco el drama y lo malo evitable. A disfrutar! 2015 allá vamos!
Muchas gracias a todos los que me leéis aquí, a los que comentáis y a los que observáis en silencio. Muchísimas gracias. Feliz año.
p.d: 2013 a examen. Fue un año duro pero muy necesario y también lleno de cosas buenas.