Ahora que llevamos una semana confinados, he tenido tiempo para pensar y digerir un poco más la excepcional situación por la que estamos pasando. Después de siete días encerrada, con algunos más llevaderos que otros, he podido pararme a pensar en el masivo efecto mariposa que nos ha tocado vivir. ¿Cómo es posible que la casual elección de un plato tradicional en China, haya desencadenado el colapso de las economías en Europa, el cierre de fronteras, continentes paralizados y miles de muertos y afectados? Es casi imposible hacerse a la idea de que una situación anecdótica, mínima y tan remota, haya provocado consecuencias de proporciones tan épicas. Una realidad de ciencia-ficción que supera todos los guiones que llevamos años subestimando. Cuando nos creíamos tan listos, que lo habíamos visto todo, el mundo nos ha retado al siguiente nivel.
-
El amor en tiempos de coronavirus
Sigue leyendo10 comentarios -
Libros en tiempos de confinamiento
Pocas cosas hay más placenteras que devorar un libro. Leer y leer y leer sin parar, querer saber más, saberlo todo y cuando estás llegando al final, racionar las páginas para que no se acabe tan rápido porque te da pena no saber cómo sigue después de la palabra fin. Pensar en los personajes como si fueran amigos o familiares incluso cuando no estás leyendo y a veces, sorprenderte poniendo el mismo tono y estilo en tu pensamiento que en la narración del libro… ¿Os ha pasado alguna vez?
Hoy os traigo algunos de mis libros favoritos de todos los tiempos. Los que están en mi estantería, los que recuerdo con un cariño muy especial y sobre todo, los que fueron una lectura amena, rápida, agradable y memorable, una lectura donde las horas pasaban volando. Así que, sin ninguna pretensión cultural, si no solo de puro entretenimiento, os paso algunos de mis libros favoritos para leer estos días en los que necesitamos tan desesperadamente viajar con la mente.
Sigue leyendo -
Belleza en tiempos de cuarentena
¡Nos ha tocado vivir tiempos difíciles! Parece mentira cómo ha cambiado nuestra vida en tan solo una semana… Ahora nos esperan al menos quince días de confinamiento en casa por un bien mayor: preservar la salud de todos nosotros. Es nuestra responsabilidad individual tomarnos en serio este mandato y respetarlo quedándonos en casa para evitar más contagios que provoquen el colapso del sistema sanitario.
Por ello y para hacer más amena esta espera que sin duda será dura pero valdrá la pena, os traigo algunas de mis antiguas recomendaciones que tanto solían gustar para hacer estos días más entretenidos y sobre todo, para que podamos sacar el máximo provecho a este parón, a esta instrospección forzosa que sin duda nos ayudará a conocernos un poco mejor.
Así que, vamos al lío, empezaremos por lo importante, como le digo siempre a mi amiga Ali cuando nos juntamos: ¿Cómo te estás cuidando últimamente? ¿Has hecho algún descubrimiento? Hablemos de belleza y de algunas cosas que puedes hacer estando en casa para que el fin de la cuarentena te pille en tu mejor versión:
Sigue leyendo -
Los domingos
Los domingos han significado diferentes cosas para mí en los últimos tiempos. Si tomamos como referencia el último post que escribí el año pasado a 7 de enero; es decir hace ahora un año y algo más de un mes, los domingos me daban bastante miedo. Como antesala del lunes, me sobrevenían unos nervios desde por la mañana y mi cuerpo se agarrotaba de la nuca a la espalda, encorvándome; intuyendo lo que la semana habría de traerme. Escribiendo ahora desde el futuro, puedo deciros que el odio a los domingos que en aquel entonces era tan fuerte duró, desde mi último post, unos pocos días más.
Durante la siguiente mitad del año podríamos decir que los domingos fueron días alegres. Muchos de ellos preparando junto al que ahora es mi marido, la que iba a ser nuestra boda. Muchos de ellos también transcurrieron viajando por aquí y por allí. Podríamos decir que esos seis meses siguientes a la última vez que escribí mis domingos fueron divertidos, repletos de contenido. Fue como si estuviera escribiendo a toda prisa las últimas líneas del cierre de etapa antes de la fecha límite del 29 de junio; como si en vez de casarme me fuera a morir, no sé si os ha pasado a vosotros también.
Tras esos meses, llegó el verano y todos los días se convirtieron en domingo. Para vuestra tranquilidad, ¡seguía viva! Después llegó el otoño y con él nuevos domingos, quizá los más felices hasta ahora; contagiando los últimos seis meses de este hiato de silencio. Domingos tranquilos, sin prisa, por Madrid, sin presión de la nuca a la espalda, sin pensar en mañana o ayer. Creo que han sido los domingos más felices de mi vida.
La arquitectura de estos domingos es sencilla: me despierto, preparo café en mi juego favorito mientras escucho, medio dormida aún, un podcast elegido al azar del Hotel Jorge Juan con las siempre interesantes reflexiones que proponen Javier Aznar y sus invitados. A veces salgo a correr con mi marido. A veces desayunamos tan largo y tendido que casi se nos junta con la comida o salimos a pasear o tomamos un aperitivo multitudinario en Olavide o a veces, sola, escucho cualquier lista de Spotify mientras pongo las lavadoras de la semana, haciendo reset.
Los años, han hecho de los domingos para mí una rutina sagrada en la que a partir de cierta hora ya no me gusta quedar con gente, me dedico a otras cosas: cine, series que lo petan en Twitter y que me tienen muy ocupada, vaguear, preparo lo de mañana, leo (ahora) La España vacía, viaje por un país que nunca fue (texto a mi juicio obligatorio para cualquiera) o, desde hace un par de domingos, organizo todas las fotos de momentazos de este último año y algo más de un mes.
Ahora que ya he puesto todos los recuerdos en orden, he tenido tiempo de vivir cosas nuevas para volver a contarlas, he iniciado proyectos y terminado otros que han requerido toda mi atención y que después de todo, me han traído hoy de nuevo hasta aquí, a este último domingo, en el que he vuelto a escribir.
Nos leemos,
June
Fotografía de Cuatro Peras Conferencia de Pedro Almodóvar.
-
El primer año de todo
Hace unos pocos meses hizo un año que volví de Barcelona y pensando en esa retrospectiva inevitable que hacemos casi involuntariamente al cambiar algo en nuestra vida, me di cuenta de que este había sido un año muy especial, un año con balance muy positivo y muy bonito a decir verdad, pero que me ha costado lo mío. No solamente ha sido el año en el que volví a Madrid, sino también el que me fui a vivir con mi novio, empecé un nuevo trabajo, rescaté amistades anteriores, rehice mis rutinas y me familiaricé de nuevo con un Madrid igual pero distinto. Es por esto que, echando una distraída vista atrás de lo que había supuesto para mí este primer año, me dio por pensar en el primer año de todo, en lo duro que suele ser (pese a ser positivo y genial) rehacer tu vida en cualquiera de los sentidos. Volver a empezar cuesta. Por ello quise escribir esta carta desde el otro lado; desde la comodidad y el confort que da el año y medio de estabilidad en un mismo lugar, para decirte que esta sensación que tienes es normal y que no estás solo.
Sigue leyendo -
Noticias
Espero que hayáis pasado un gran verano y que la vuelta a la rutina no esté siendo muy dura. Por mi parte, ha sido un verano muy completo, tranquilo y divertido, lleno de sol. Pero hoy no vengo aquí por eso, vengo a compartir una gran gran noticia que y es que… ¡me caso! Será el próximo verano y estoy muy ilusionada empezando a pensar en todos los detalles y los momentos especiales de ese día.
Lo cuento por aquí porque, este espacio está pensado para compartir las pequeñas grandes cosas de la vida y para mí, esta es una de ellas. Tantas veces he compartido aquí mis noticias y también mis reflexiones sobre estar soltero y sobre el amor y también sobre el desamor. Este no deja de ser un paso más en la vida pero también un broche a un montón de sentimientos y relaciones atesoradas durante todos estos años. Muchísimas vivencias que ahora se concentran en una nueva aventura, en una persona que es mi favorita de entre todas, mi mejor casualidad.
Iré contando aquellas cosas interesantes que descubra en el camino de la preparación de una boda a nivel práctico pero también sentimental.
¡Espero que cojáis con mucha fuerza la rentrée!
Un abrazo,
June