Aunque es algo muy básico y que convive con nosotros cada día, no todo el mundo tiene un hábito de control de gastos y una planificación a futuro de sus finanzas; lo cual puede llevar a sustos desagradables en algún momento de nuestras vidas. La buena noticia es que nunca es demasiado tarde ni demasiado pronto para empezar a controlar tu economía doméstica. Por ello, sin ser ninguna experta y totalmente autodidacta, aquí van algunos trucos que a mí me han venido bien para quitarle el tabú social al dinero y tomar las riendas de mis finanzas y por tanto, de mi vida.
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Cómo aprender a gestionar tus finanzas personales
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Seis pasos para mejorar tu CV
Aunque no soy ninguna gurú laboral, los años de experiencia, las empresas por las que he pasado y el MBA me han enseñado unas cuantas cosas para prepararme lo mejor posible para la búsqueda de empleo. Aunque en general todos los consejos relativos a la búsqueda de trabajo parecen cosas muy obvias, muchas veces se nos olvidan muchos de estos detalles, lo que hace que no estemos lo suficientemente bien preparados para la prueba a la que nos enfrentamos. Todas las veces que he buscado trabajo en mi vida, me he propuesto que si me rechazaban fuera porque el puesto no encajaba con mi perfil y nunca porque no hubiera hecho todo lo posible para sacar la mejor faceta de mí. Son los detalles los que pueden diferenciar un CV de otro y como a menudo recibo CVs para repasar y me doy cuenta de las faltas tan comunes que cometemos y de la mala sensación que dejan al entrevistador, os paso los trucos que con el tiempo, me han llevado a muy buenas oportunidades de trabajo:
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Siete trucos para aprender a ahorrar
Desde que me independicé hace un año he aprendido un par de cosas sobre economía domestica. He rozado la bancarrota, he tenido que decir no, he reeducado (algunos) de mis hábitos de consumo y he conseguido ahorrar aprendiendo un par de cosas por el camino…
Hay que tener un plan: parece básico pero si preguntas a tu alrededor, te sorprenderás al escuchar cuánta gente no lleva un control de sus gastos y sus ingresos. La regla número uno de una economía doméstica saneada es saber cuánto ganas, cuáles son tus gastos fijos, cuánto vas a apartar para ahorro y cuánto te queda para gastar en todo lo demás el resto del mes.
La mayoría de la gente utiliza para esto un sencillo excel con sumas y restas pero yo, que soy un poco más de la vieja escuela, llevo dos años utilizando un Kakebo, que básicamente es un libro de cuentas japonés (muy mono, por cierto) en el que apunto todo (TODO) lo que me gasto cada día: desde un café, a un viaje, a una volada de peluca en Zara. Así llevo control de cómo va mi gasto semanal, cómo puedo compensarlo con otras semanas o cómo frenarlo para evitar pedir un rescate a mis propios ahorros.
Ahorrar es fundamental: da igual cuánto ganes. El ahorro no es una cifra, es un hábito. Aparta todos los meses una cantidad por pequeña que sea para el ahorro y automatízala en tu banco para que desaparezca de tu cuenta nada más entrar tu nómina. No sabes la tranquilidad que da pensar que mes a mes estás creando un colchón para emergencias, gastos imprevistos, el futuro, inversiones en bolsa, bodas en Algeciras o para darte un buen capricho al final del año.
Fija tus objetivos: una vez que has determinado tu plan de gasto y de ahorro, es hora de pensar en el futuro próximo, medio y lejano. Pregúntate a ti mismo cuáles son tus objetivos a medio plazo y para qué te gustaría ahorrar: un viaje de verano a la entrada de un piso, la decoración de tu próxima vivienda, una reforma, un coche, formar tu propia familia, materializar una idea de negocio o la jubilación (para la que ya podemos ponernos las pilas !). Fijar unos objetivos vitales me ha ayudado a contener el gasto del día a día. Cuando me quiero dar un capricho, reflexiono sobre cuánta ilusión me hace, cuán útil me será y sobre todo, si lo que quiero realmente pesa más que esa inversión en decoración con la que estoy soñando y para la que seguro necesitaré ese dinero. Es súper efectivo.
Invierte bien: esta ha sido mi mayor lección este año. Los bolsos pasan de moda pero jamás te arrepentirás de haber comprado ese billete de avión. Invertir en experiencias con amigos, familia, pareja o en solitario es lo más gratificante y enriquecedor que podemos hacer por nosotros mismos. A mí me encanta comprar ropa y no fue hasta que me independicé cuando realmente contabilicé la millonada que me acaba dejando en cosas efímeras, que no te pones tanto y que te quitan de cosas muchísimo más apetecibles e importantes. Priorizar es clave.
Compra de forma inteligente: compara precios. A día de hoy, la información sobre casi cualquier cosa está en Internet y puedes consultar los mejores precios en supermercados, belleza o electrónica por mencionar algunos. Antes de lanzarte impulsivamente a por algo, mira en Amazon que suele tener precios muy buenos, compra productos en rebajas o espera a días de descuento para cosas que no necesitas inmediatamente. Comprueba tus facturas, reclama y haz preguntas si los números no te cuadran y sobre todo, reduce tus gastos fijos a lo realmente imprescindible. Si te pones a repasar a cuántas cosas estas suscrito, seguro que encuentras mensualidades que ni sabías que existían y de las que te puedes dar de baja: desde tu tarifa móvil o fibra óptica anticuada que pagas por defecto, a tu anualidad de la asociación de amigos de las aves. Repasa todos tus gastos, infórmate, selecciónalos conscientemente y busca lo máximo por lo mínimo. Parece una tontería pero mes a mes te ahorrarás una cantidad que podrás invertir en otras cosas como viajes, ahorro, un capricho que te emocione o mayor holgura a final de mes.
Invierte aún mejor: una vez tienes controlado el gasto, el ahorro y el consumo mensual es un buen momento para hablar con tu asesor bancario, investigar en Internet y quizá hacer tus primeros pinitos en La Bolsa. Cada uno escoge en lo que desea invertir pero lo importante a recordar es lo siguiente: no dejes tu dinero parado, busca siempre que se multiplique y siempre obtengas más de lo que metiste, que rente. Mételo en un banco que ofrezca la mayor rentabilidad para tus ahorros (aunque ahora son muy bajas), aparta un poquito para meterlo en bolsa y haz crecer tus ahorros a la vez que trabajas. Investiga, compara y pregunta a gente de confianza para asegurarte de que estás moviendo tu dinero con intención y no limitándote a hacer lo más cómodo: quedándote en el banco de toda la vida en el que están tus padres sin mirar más allá.
Fija tus valores de consumo: a veces, al introducirnos en el maravilloso mundo de la economía doméstica y sobre todo cuando lo hemos hecho muy mal (llegar a final de mes con 5€ en la cuenta) o muy bien (estamos ahorrando una pasta), es fácil caer en la “racanería”. En mi caso, he aprendido a decir no a cenas fuera que no me aportan o a compras innecesarias; sin embargo, considero que los gastos en cultura (exposiciones, conciertos, viajes), bienestar (Pilates, belleza, cosas que me hacen sentirme bien) y alimentación (alimentos bio, de temporada, cenas buenas con mi gente) son una gran inversión en la que con gusto pongo mis euros a trabajar. Al final, todo esto va de comprar menos pero comprar mejor y gastar de manera mucho más consciente, dando valor y utilidad a todas nuestras posesiones, escogiendo con mimo todos los accesorios de nuestra vida para ser más sostenibles, más responsables y sentirnos mucho mejor con nosotros mismos en el corto y largo plazo.
Aunque imagino que no os he descubierto América, estos son consejos sencillos que he aprendido por experiencia, que a mí me han ayudado a gestionarme y que me apetecía compartir aquí; ¡porque nunca sabes para quién van a ser útiles o qué otras aportaciones te pueden hacer para seguir aprendiendo!
¿Cuáles son las lecciones más valiosas que habéis aprendido respecto a vuestro ahorro y vuestro consumo? ¿Qué os dice vuestra experiencia? ¿En qué os gusta gastar y cuál es vuestro agujero negro?
P.d: un libro que me encantó y que sentó las bases de mi organización no sólo a corto si no a medio y largo plazo fue Rich Bitch, del que hablé aquí.
p.d 2: las seis mejores aplicaciones para tu smartphone.
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El mejor consejo laboral
Últimamente ando pensando en lo que nos marcan los consejos que nos dan algunas personas, conocidas y desconocidas, que cambian nuestra visión sobre las cosas. Recuerdo que en mi primer trabajo de verdad me planteaba dejar la empresa para hacer un MBA o probar en otros lugares y estaba hecha un mar de dudas hasta que Dani, uno de mis compañeros, me dijo: “no lo pienses tanto, los cambios siempre espabilan“. Fue una frase corta, sencilla y no en plan revelación de gurú del marketing, pero absolutamente clave. A través de sus palabras comprendí en un momento que no debía estar tan preocupada por empezar una etapa nueva. Cuando cambias a un nuevo puesto de trabajo, lugar de residencia o cualquier otra cosa en la vida, pasas por un nuevo proceso de adaptación que exige que estés atento, que te esfuerces, que crezcas y te enriquezcas de cosas nuevas y eso a la larga, es algo positivo y un crecimiento personal vayas a donde vayas. En conclusión, entendí que no hay malas decisiones cuando se trata de cambiar y que si el cuerpo te lo pide, es porque has llegado al tope de tu curva de aprendizaje en una empresa o puesto y un cambio siempre, siempre, siempre te vendrá bien para seguir creciendo.
Si me pidieran a mí un consejo profesional, creo que daría dos: el primero, céntrate en tu trabajo y olvídate de los demás. Al pasar tanto tiempo encerrada en un edificio con la misma gente, es fácil dejarte llevar por lo que hacen, lo que tienen y lo que ganan los otros; a qué reuniones van, si actuán bien, si lo hacen mal… Es fácil dejarse llevar por la envidia o el chismorreo y eso, desde mi punto de vista, es un error. Si tú eres constante, consciente de la calidad de tu trabajo y lo que estás dando a la empresa, si eres capaz de ignorar los pensamientos de complejo que a veces nos asoman frente a otros, el trabajo hablará por ti y tu discrección y tu saber estar llamará la atención de la gente que realmente sabe ver más allá de los dramas de oficina. Tú sigue tu camino con constancia, céntrate en tu éxito y en estar a gusto con la forma en la que haces tu trabajo y colaboras con los demás y olvídate del resto.
El segundo consejo que daría y que he aprendido de la experiencia empresarial es que no solo hay que hacer si no parecer. Con esto lo que quiero explicar es que en el mundo empresarial en general, la actitud frente a tus compañeros, los buenos modales e incluso la postura y el interés que muestras en las reuniones y escribiendo emails dicen mucho de la clase de trabajador que eres y al final, seamos honestos, son comportamientos que afectan a las percepciones que la gente tiene de ti. En mi opinión es importante demostrar respeto al trabajo de los demás como te gustaría que lo hicieran con el tuyo. Bastan pequeños gestos obvios como guardar el móvil durante cualquier reunión para mostrarte 100% conectado a lo que otros se están esforzando en explicar o compartir.
Así que, dicho esto, me encantaría saber, ¿cuáles son los mejores consejos que habéis recibido o cuáles daríais vosotros basados en vuestra experiencia?
La sabiduría compartida siempre enriquece y siempre ayuda, quién sabe si vuestros conocimientos pueden ser decisivos en la vida de alguien… 🙂
p.d: encontrar lo que de verdad te gusta.
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Seis aplicaciones indispensables para tu móvil
En primer lugar, quiero disculparme por llevar tanto tiempo sin pasar por aquí. Uno de los retos que me puse este año ha sido mantener la constancia de la escritura y la cadencia de posts en el blog con uno semanal y estas semanas, por tener un volumen de trabajo muy alto no me ha sido posible, pero ya estoy de vuelta y con muchas cosas que contar!
Una de las cosas que más me gusta preguntar cuando paso mucho tiempo con amigas, a parte de qué llevas siempre en tu bolso, es: ¿qué apps hay en tu móvil? Siempre acabo descubriendo alguna que desconocía y que me parece la leche. Hemos llegado a un punto en el que literalmente hay apps para todo así que he pensado: ¿por qué no compartir las mías?
True Caller: se trata de una app en la que copias los números desconocidos de la gente que te llama y te dice quién es la persona que te ha llamado. Funciona el 90% de las veces y es súper útil para saber si alguien se ha equivocado y para devolver las llamadas.
Maya o Love Cycle: esta app sirve para controlar los ciclos menstruales, tiene un calendario, alertas e incluso puedes marcar tus síntomas y con el tiempo acaba prediciendo por completo la duración y estado de tus ciclos. Es súper útil si no eres regular para saber cuándo te va a venir, para llevar un control de tu vida amorosa o si te estás intentando quedar embarazada pero para mi gusto el plus está en que es una app bonita y discreta en cuanto al diseño, mucho más bonita que otras que he encontrado por ahí.
Vivino: es una red social de vinos en la que puedes hacer fotos de las botellas que bebes y te dice las opiniones que le ha dado la comunidad en relación sabor y calidad precio y te permite hacer a ti tus propias valoraciones que puedes compartir con los demás o simplemente guardarte para ti. Me gusta porque es una manera bonita de recordar los vinos que has tomado y te permite aprender un poco más sobre el tema y no aceptar vinos mediocres a tientas y poner cara de poker cuando te ofrecen probarlo. Además es una gran forma de empezar conversaciones en la mesa porque el vino es de lo primero que se escoge!
Bandsintown: una app que revisa tus listas y artistas de Spotify y te dice cuándo van tus artistas favoritos a tu ciudad. Además puedes manejar la lista de artistas a los que quieres tener vigilados y en qué ciudades o países para ir a verlos y te salta una alerta en el móvil en cuanto confirman lugar y destino por lo que puedes estar pendiente para cuando salgan las entradas. Súper útil! La encontré cuando acabé harta de buscar cuándo volvería Elton John a España y le pregunté a mi amigo Borja si conocía alguna app que pudiera ayudarme y rastrear por mi. Lo que os decía: hay apps apara todo.
Telpark: para el pago del parquímetro en Madrid. Dos clics, te geolocaliza, no tienes que meter tu matrícula (es de estas cosas que no consigo retener en mi memoria) y te avisa cuando está a punto de vencer. Calidad de vida +1.000.
Fintonic: para controlar tus finanzas. Sobre finanzas y gestión del dinero tengo pensado hacer un post a parte porque desde que me he independizado, estoy haciendo un duro master al respecto pero si hay una app útil, es esta: categoriza tus gastos, te dice cuáles son los fijos, te pone en sencillos gráficos en qué se te va el dinero y el estado de las cuentas que puedas tener en diferentes bancos. Una maravilla para ver cuánto tienes, cómo vas y en qué se te está yendo el dinero.
¿Cuáles son vuestras favoritas? ¿Alguna recomendación? ¿Las conocíais?
¡Me alegro mucho de estar de vuelta!
p.d: si os guardáis el blog en el escritorio de vuestro móvil se os formará una app con el limoncito de June Lemon con el que tendréis acceso enseguida. Llevo casi todo el año trabajando en las mejoras de diseño del blog y esta es una de mis favoritas!
p.d: creo firmemente en la sabiduría colectiva y me encantan las recomendaciones así que si os apetecen más, aquí van mis favoritos de belleza.
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El mes de June Lemon
Este mes han pasado muchísimas cosas. Este mes fue el que volví de Estados Unidos y también el que me estudié seis asignaturas completas en treinta días. No recuerdo haber estado tan ocupada en mi vida…
Desde el día en que aterricé, he tenido un mínimo de nueve horas diarias de clase y más proyectos, lecturas y exámenes que preparar cuando llegaba a mi casa. Literalmente, sólo he parado para comer y dormir. No he pasado por aquí, ni por Zara, ni por ningún sitio de hecho. Este ha sido el mes de las entrevistas, después de pasarme el mes de octubre mandando currículums y concertando citas por teléfono. Este ha sido el mes que he presentado mi mejor versión laboral y también el que he mirado con ansia mi buzón de entrada a que llegaran respuestas. Es el mes en el que mi vida ha dado un inesperado cambio de rumbo que promete nuevas aventuras en otra ciudad, con otra gente.Este ha sido el mes en el que entre todo el jaleo de clases, he tenido que sopesar cuál sería mi próximo paso. Este es el mes en el que termino las clases de mi MBA y hago balance de todo lo que he aprendido, lo que me llevo conmigo y a dónde quiero llegar. Qué quiero hacer del mundo en el que vivimos y con quién lo quiero compartir. También he tenido que dar buenas noticias a familiares y amigos, sin ser realmente consciente de las posibles consecuencias, de que llega el invierno y después de él, una desconocida primavera.Este ha sido el mes en el que me he cortado el pelo como hice entonces, he decidido cambiar de etapa quitándome mochilas que cargaba de años y me he lanzado con todo. Este ha sido el mes en el que he cumplido veintiseis años y en el que más gente ha asistido a mi celebración, en el que más nacionalidades ha habido, en el que más grupos distintos, en el que más llamadas. Este ha sido el mes en el que más agradecida me he sentido por aquellos que me rodean y me apoyan. Es el mes en el que más feliz he sido por estar con quien me quiere tan generosamente. Este ha sido el mes en el que ha llegado el frío, antecediendo al invierno que se acerca.Con el viento helado y las clases que poco a poco se van acabando, me he dado cuenta de que las caras que he visto todos los días durante un año irán desapareciendo y volviendo a sus lugares de origen. Me da una pena horrible. También he caído en que no se cuándo volveré a aprender tantísimo y ha tener tantas nuevas ideas locas pululando por mi mente, ni siquiera sé si alguna vez volveré a estar tan ocupada como para volver a sentirme mal por ver Velvet. He caído en que empieza una etapa nueva de mi vida súper emocionante y prometedora en la que puedo aprender muchas cosas. Empiezo a darme cuenta de que este quizá esté siendo uno de los meses más decisivos de mi vida (¡!).Y si alguien no ha salido beneficiado de este mes de absoluta locura, esa ha sido June Lemon. Ha sido relegada a un segundo plano compuesto de ratitos pero siempre presente en mi pensamiento, con todas las nuevas cosas que quiero contar. Probablemente este año, haya sido la peor blogger de la historia. No voy a nada, apenas tengo tiempo para publicar y ando siempre con el agua al cuello. A veces también pienso que esto lo hace especial porque aquí solo vengo cuando puedo pero siempre a escribir y compartir lo que quiero.Aún así, he decidido que este ha sido el mes de Marina y que el que viene, va a ser el mes de June Lemon. Quiero recuperar el hábito de escritura semanal ahora que la lista de quehaceres de mi semana se desinfla. Quiero hablar de todos esos temas que tengo en el tintero y que estoy deseando compartir. Quiero tener más tiempo para interactuar y escuchar a todas las personas que con sus palabras de cariño llenan las líneas de comentarios. Quiero volver a pasar por aquí a menudo, contar mil historias y que pasemos un buen rato, ni más, ni menos. 🙂La semana que viene, empieza el mes de June Lemon.Espero que os guste tanto como a mí.p.d: Hola, June.