En mi firme intención de escribir más a menudo aquí, os cuento las pequeñas cosas y descubrimientos que me mantienen entretenida últimamente y que además pueden ser buenas ideas de regalo para el cada vez más cercano Día de la Madre…
Deco
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Cosas que me encantan ahora mismo
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Living la vida Pinterest
He retomado la vieja costumbre de meterme en Pinterest. Buscando hace unos días inspiración para ilustrar unas ideas, acabé pasando dos horas pasando de un perfil a otro, de un tablero a otro, revisando los míos más antiguos, reubicándolos y creando otros nuevos de necesidades que hace tiempo no tenía. Metida como estaba en mi tarea de pinear como si no hubiera un mañana, me di cuenta que los tableros de mis amigas sobre estilo o decoración eran clavaditos a ellas mismas. Es decir, que era capaz de ver foto tras fotos, su propio estilo, la misma tipología de chica, zapatos que perfectamente llevarían puestos, lugares, paletas de colores y detalles de sus propias casas. Me impresionó mucho ver que, aunque se trata de un portal de inspiración, tenemos esa tendencia a escoger siempre “lo mismo”, lo que define nuestro estilo, lo que somos nosotros y más nos gusta pero reinterpretado en mil formas diferentes pero parecidas entre sí. Me impresionó ver la consistencia del estilo que tenemos, cómo volemos una y otra vez a lo que nos gusta, pasa incluso en la ropa; muchas veces me sorprendo a mí misma cogiendo una y otra vez la misma camiseta de rayas, la misma blusa negra de volantes, los mismo pantalones de topos que tengo tripitidos en el armario.
Ante tal revelación sobre el estilo y los gustos ajenos, tan claros, tan ellas, hice lo que toda persona en su sano juicio haría: buscar ese patrón en mis propios tableros. ¿Cuál era mi estilo? ¿Cuáles son las fórmulas que repito una y otra vez? ¿Estaría yo también reflejada en la complexión y personalidad de las chicas que pineo? ¿Sería mi Pinterest un moodboard inconsciente de mi persona? Pues bien, aunque una con una misma nunca es tan imparcial y clara como con las demás, descubrí que sí tengo determinadas obsesiones decorativas y estilísticas. Vi repetidos patrones que me hicieron darme cuenta de que hay objetos, ciertos estilos que quería incluso antes de ser consciente de ese deseo, cosas que me encantan de forma subconsciente y que pineo y repineo y repineo hasta el aburrimiento y la autosatisfacción de tener más claro de lo que yo misma me pensaba lo que soy y lo que me gusta y entre esas cosas encontré…
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Lo que no te cuentan al independizarte
Cómo cambian las cosas cuando uno se independiza. Por un lado, es una etapa llena de nostalgia, acordándote de lo bien que se vive en casa y sin tener dudas existenciales que sólo resuelven las madres como: ¿cómo blanquear las sábanas? Por otro lado, es un período lleno de satisfacción personal porque sientes que estás aprendiendo cosas nuevas y útiles y sobre todo, te sientes realmente autosuficiente. Muchas veces me sorprendo pasando mis ratos de calma preguntándole a Google cuestiones sobre quehaceres de la casa que nunca sospeché como por ejemplo: ¿cómo hacer que la casa dure limpia más tiempo? Y en eso he terminado volviéndome una experta. Igual que he descubierto mi inaudito amor por la decoración de interiores al abandonar el nido, he desarrollado un fastidioso y necesario toc por la limpieza. Lo reconozco, me encanta que todo en mi casa esté ordenado y limpio. No me cuesta esfuerzo recoger porque gozo encontrándolo todo listo para volver a ser desordenado. Aaaah… Esa paz mental que aportan los objetos deliberadamente colocados donde están, muchos sabréis de lo que hablo.
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Sobre la primera casa
No hay nada como la primera casa a la que uno se independiza de verdad. Solo o con amigos, me refiero a esa casa que ya no es ese lugar sucio que mantenías como podías durante el Erasmus, sino una casa de verdad. Un espacio sagrado en el que almacenas tus cosas y tus manías. Esos metros cuadrados en los que acumulas madurez y sabiduría, porque nadie nace sabiendo como se limpia el horno por dentro o cómo hacer lubina a la sal en menos de veinte minutos, por ejemplo. Esas esquinas en las que ya no quieres acumular trastos incómodos o posters viejos o al contrario, donde de forma consciente has decidido dejar que tu caos creativo se expanda por todos los rincones para generar un Big Bang como el de aquel entonces cuando tu madre vaya a visitarte. Esa primera nevera en la que te almacenas huevos de gallinas que corren felices en libertad y frutas ecológicas de soltero treintañero. No hay nada como el cariño y la ilusión que se pone en la primera casa.
A mí me ha pasado lo mismo. Supongo que era el momento, estaba preparada para irme de mi casa. Lo cierto es que me ha hecho mucha más ilusión de lo que pensaba crear mi espacio de paz y cada semana compro alguna cosita que me faltaba y que me estoy tomando mi tiempo para buscar: como un cuadro nuevo, una jarra bonita o una de las sillas de diseño de los Eames de SuperStudio. Son esos detalles que van llenando los espacios en los que reposas la mirada y que te dan felicidad. Filosofando sobre el feng shui con unas amigas, acabamos hablando de que con los años hemos optado por tener menos pero mejor: desde las calidades de la ropa que llevamos hasta los espacios de la casa. Mejor comprarse algo que has buscado con tiempo y en lo que has tenido que invertir un poco más que ir al chino y pillar lo primero que encuentras; porque son estas cosas escogidas con cariño las que verdaderamente te inspiran y hacen de tu casa tu hogar. Esos objetos de decoración o diseño que hacen tu casa diferente a las otras, que tienen personalidad.
Yo voy poco a poco cambiando todas esas cosas que no me dicen nada por otras que me gustan y poco a poco voy cambiando los espacios que no me he podido hacer a medida. Por ejemplo, tenía unas sillas de madera de Cuéntame que no pegaban nada con el resto de la habitación y que daban pereza, literalmente. Me puse a investigar y encontré esta silla de diseño que combinada con el escritorio también de madera le daba un punto de contraste mucho más interesante y agradable a la vista. Con una pequeña inversión he cambiado por completo la energía que producía la habitación.
La silla Acapulco 🙂
Este tipo de detalles y cambios no son importantes para todo el mundo, eso está claro. Pero lo que sí es cierto es que la intención se transmite: desde el que crea un objeto al que lo compra y lo combina, siempre he querido creer que toda esa pasión emana de las cosas de forma imperceptible, formando un conjunto que fluye. Con muy poco es muy fácil hacer de tu espacio un lugar más bonito y más agradable para uno mismo. Qué mística me pongo a veces.
p.d: el arte de ordenarse la vida, hacer limpieza y todas las cosas que siempre queremos volver a encontrar.
p.d2: mi Feedly ha cambiado! Ahora puedes seguir todas las actualizaciones de June Lemon aquí.
Foto superior de Tory Williams para Cup of Jo.
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ARTE ASEQUIBLE
New in the jukebox
Foto de Nicole Franzen para A Cup of Jo Una de las cosas que más me gusta atesorar de Internet, son los cuadros y fotografías que colgaría en las paredes de mi casa. Ahora no hace falta dejarte una pequeña fortuna en una pieza porque es fácil encontrar láminas preciosas que se salen de las típicas de Botero o de La Noche Estrellada que se compran en los museos (y que también están genial, ojo!).
Aquí va una selección de los cuadros asequibles que más me gustan a mí:
Fotografía de Katherine Wolkoff vía A Cup of Jo Este es uno de mis favoritos. Pertenece a la serie Deer Beds de la fotógrafa Katherine Wolkoff que siguió durante días los caminos que dejaban los ciervos para fotografiar los lugares en los que habían estado durmiendo. Me parece que inspiran una calma y una paz… que muchas veces se agradecería en la locura de la ciudad!Las increíbles fotos de animales de Sharon Montrose, de las que no sabría cuál elegir! Aunque este bebé llama se lleva la palma… :__)
Hace unos meses fui a casa de mi amiga Bego y tenía enmarcadas unas fotografías de Slim Aarons que sus amigas le habían regalado al estrenar la casa. El aire setentero, el glamour y esos azules tan intensos te transportan a otros lugares… con piscina, por ejemplo. En Madrid, venden sus fotografías en Yellow Korner y me parecen el regalo perfecto.
Foto de DesignLoveFest Uno de los cuadros de Max Wanger en Tulum o Hawaii para ponerlo en el salón como Bri Emery y que parezca verano todos los días.Foto vía Miss Moss Cuadros más abstractos para darle a la casa un aire más interesante como los de Boriana…
Foto vía Miss Moss O coloridos como este de Karolin Schnoor.
Otras opciones serían comprarse un lienzo y unas pinturas y liberar el espíritu creativo que llevas dentro haciendo tu propio Rothko para el salón o comprar cuadros de artistas desconocidos en mercadillos de tu ciudad o de los viajes que vayas haciendo, como los que venden en el Navigli de Milán, en las Pulgas en París o en el Rastro.Hay otros muchos artistas que bien decorarían las paredes de cualquier casa y que ya han pasado por June Lemon, por lo que no era plan de repetirse! Por ejemplo, las chicas de Clare Elsaesser, las lunas de Stella María Baer, los abstractos de María Miralles o si de alguna forma fuera posible adquirirlo, un cuadro de las aguas de Josep Montcada entre muuuchos más…¿Hay algún otro artista asequible que os encante? ¿Alguna tienda de Etsy con cuadros imprescindibles? ¿Algún truco para comprar arte a buen precio? ¡Me encantaría saber! -
El arte de ordenarse la vida
Hace unos meses leí el libro que promete en su portada cambiarte la vida: The life-changing magic of tidying up o cómo dejar de acumular cosas y ordenar para siempre. Aunque mis amigas creen que estoy como una cabra cuando se lo cuento, el libro me ha hecho cambiar la relación con las cosas que tengo, tirar infinidad de cosas con las que no sabía qué hacer y realmente sí ha cambiado, un poco mi vida. Aquí va mi pequeña revisión y aprendizajes de un libro que bien merece la pena ser leído…
1. “¿Me hace feliz?”: el primer truco de Marie Kondo, la japonesa que ha hecho de la limpieza y el orden su propio negocio, es coger cada cosa que posees en la mano y preguntarte: Does this spark joy? O en una traducción pobre de la frase: ¿Me inspira esto felicidad? Aunque suene un poco a autoayuda de kiosko un poco rancia, funciona. Cuando coges algo inmediatamente sientes y sabes perfectamente si es algo que te sigue haciendo ilusión, que te sigue moviendo o no. Su teoría es que se no te remueve ese algo por dentro, si dudas, fuera. A regalar o tirar.2. El método: esta chica tiene consejos para todo porque lleva años desde pequeña, deshaciéndose de cosas. Así que aconseja empezar por la ropa que es lo más sencillo y después seguir por documentos, objetos del baño, típicas cosas que guardamos sin sentido como horquillas sueltas, gomas de pelo, tapas de bolis bic, portafolios vacíos… Y por último recuerdos.3. Todo lo de papel, fuera. Esto parece mentira pero para mí ha sido liberador. Según Kondo, todos los documentos en papel y los manuales de electrodomésticos y electrónica, a la basura. Hay muy muy pocos documentos que a lo largo de tu vida vayas a consultar y más hoy en día, que tardas menos en meterte en Google y obtener todas las respuestas que quieras, por no hablar de todas las versiones en PDF de todos los manuales de instrucciones del mundo. Esto va de tener más espacio para lo que importa y que lo innecesario se vaya, que las cosas respiren y tus espacios te aporten calma.4. Lo que puedes aprender de ti: es increíble lo que podemos llegar a acumular. Ordenando y limpiando te das cuentas de las curiosidades de tu propio ser: como esa tendencia a acumular champús como si algo dentro de ti creyera que es lo primero que se agotaría en caso de Apocalipsis. La de maquillajes a medias y rimmels secos que pudiste llegar a acumular dios sabe por qué razón. Te aseguro que deshacerte de todo eso te va a dar un subidón que jamás creerías que podrías obtener de una tarea como ordenar.5. Sobre el feng-sui: Kondo cree que somos un todo y que nuestras posesiones reaccionan a nuestro trato. Que tienen una especie de “sentimientos” y sufren cuando se las acumula de mala manera bajo una pila de cosas, cuando no se les da uso. Invita (y aquí es donde mis amigas piensan que se me ha ido la cabeza) a que hables (no en alto) a tus cosas, que les agradezcas lo que te han servido y que las dejes descansar y las trates con cuidado. Mi lectura entre líneas de esta aparente fumada es básicamente que humanizando lo que tenemos lo valoramos más y lo cuidamos más y mejor. Le damos más sentido a su función y somos más conscientes sobre cuándo dejarlos ir o más sinceros sobre cuánto nos aportan.6. Sobre el arte de escoger: se supone que escoger una a una las cosas que queremos y hacerlo conscientemente nos entrena para otras decisiones mucho más importantes de la vida. Nos ayuda a filtrar con facilidad lo que nos gusta de verdad, lo que queremos a nuestro lado, lo que ya fue. Nos hace conscientes de lo que tenemos, lo que usamos, lo que adoramos y lo que acumulamos. En mi opinión ayuda a aligerar tu casa para también, aligerar tu mente y que esta descanse cuando llegues al que se supone que es tu templo, tu refugio. Te invita a que lo hagas de una vez y por todas y te promete que nunca volverás atrás.7. Más allá de ordenar: esto es lo mejor, de lo que yo más he aprendido. Va de quedarte con lo esencial, con lo que utilizas y también con lo que te hace feliz, lo que te llena de verdad sin tener por ello que llenar tus armarios y tus cajones. Nos empeñamos en acumular, en no dejar ir, por si lo usamos, porque fue importante… Pero dejar ir es una de las lecciones más importantes de la vida, empecemos por lo sencillo y lo banal de deshacernos de las cosas que al final ocupan menos espacio y mejor en nuestra memoria. Va de deshacerse de cartas del colegio, viejas historias, de fotos de viajes, de recuerdos, de souvenirs…Estos son sólo algunos de los ochenta mil consejos que da en su libro muy fácil de leer (aunque creo que aún no está disponible en español). Yo personalmente sólo he hecho la limpieza de ropa al completo (como ya he hecho muchas veces) pero su visión me ha servido mucho para tirar finalmente cosas que no me aportaban nada pero que no me atrevía a tirar. Basurillas que me generaban angustias porque no sabía dónde meterlas. Me parece que las ideas detrás del libro tienen muchísimo sentido y ayudan a afrontar un tema que por muy sencillo que parezca, nos resulta difícil: tenemos una tendencia innata a retener. Retener por retener. Ya me he cerrado un día en la agenda para pasarme todo el día tirando: papeles, mierdas varias, botes viejos y vacíos, trabajos del cole, del master… De una vez para todas, no tanto porque crea que no voy a seguir acumulando (imposible conociéndome), si no porque con el cambio de mentalidad que te proporciona el libro espero mantener un mejor equilibrio y dejar ir mejor. Las gallinas que entran por las que salen. Una casa ordenada es un reflejo de nuestra mente y al revés. Es una forma de restarse drama y darse paz en casa. La paz que nunca debimos perder si es que algún día la tuvimos (porque mi casa era un bazaar incluso antes de que yo llegara).Un libro muy recomendable para pensar y actuar. Si os atrevéis con el inglés os lo recomiendo encarecidamente.p.d: sobre las parisinas.